viernes, 8 de noviembre de 2013

CATEQUESIS INTERGENERACIONAL, Todas las edades aprendiendo juntas



Los tres autores de "Intergenerational Faith Formation, All Ages Learning Together / Catequesis Intergeneracional, Todas las Edades Aprendiendo Juntas", trabajan en la pastoral familiar: Mariette Martineau, Joan Weber, Leif Kehrwald.

El libro presenta la transmisión y el aprendizaje de la fe cristiana ("catequesis") como un proyecto que requiere la presencia y el testimonio de la comunidad.

Proyecto y comunidad-familia

Es un proyecto porque la fe no es algo que el creyente "tiene". La fe no se "tiene"; la fe se vive, se experimenta, se "siente" de una manera única cuando la celebramos en comunidad y en la soledad de nuestra habitación. Y requiere la presencia y el testimonio de la comunidad porque la fe cristiana se vive, se transmite y se aprende en comunidad-familia.

La transmisión de la fe cristiana no se basa en la relación del maestro con el discípulo. Tal vez otras religiones hacen depender la transmisión de sus enseñanzas de la estrecha relación entre un maestro y un discípulo. En la fe cristiana no es así. La comunidad-familia es esencial en la transmisión de la fe porque Jesús llama a sus discípulos a ser comunidad-familia y se sirve de imágenes como "el banquete", "las bodas", para hablarnos de ese encuentro.

La principal enseñanza del libro es que la catequesis
más que un método es una manera de ser y vivir la fe

La dificultad para desarrollar los programas y las actividades que el libro nos presenta reside en que este modo de concebir la catequesis no es un método sino una auténtica experiencia de ser y de vivir la fe. Repito: la catequesis intergeneracional no es un "método" que podemos "utilizar" en nuestras comunidades, escuelas, parroquias.

Cambiar de una catequesis tradicional, destinada a unas personas muy concretas, a una catequesis intergeneracional, en la que damos cabida a diferentes generaciones y grupos de personas, puede resultar muy difícil para algunas congregaciones.

No tengo la menor duda de que la catequesis intergeneracional es mucho más rica y desafiante. Rica porque enriquece a los hijos, a los padres, y a los abuelos... Desafiante porque la fe no es una ideología que manejamos a nuestra conveniencia, sino un don que desafía nuestras ideas y seguridades... y una llamada a ser la persona y la comunidad que estamos llamados a ser.

El problema es que algunos creyentes han entendido su fe como la confirmación de unas creencias y tradiciones que recibieron cuando eran niños. Por eso, cuando alguien desafía esta fe nos sentimos atacados y tendemos a defendernos también atacando, en lugar de proponer de una manera amable y razonada la fe.

Hoy muchos padres reconocen que les cuesta comprender a sus hijos. Los cambios que estamos viviendo en nuestra cultura son demasiado rápidos. Intentar que compartan y crezcan juntos en la fe será para muchas familias y comunidades un gran desafío. Hay generaciones que no han sido educadas para escuchar. Ahora bien, aquellas comunidades-familias que son capaces de redescubrir su fe, aguantando la tensión intergeneracional sin dividirse, están vivas, el resto solamente sobreviven.

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