Sirácida 26:1-4,13-16
Dichoso el marido de una mujer buena,
el número de sus días se duplicará.
Mujer valerosa es la alegría de su marido,
él vivirá en paz todos los años de su vida.
Una mujer buena es una herencia valiosa
que toca en suerte a los que temen al Señor:
sean ricos o pobres, su corazón estará contento
y llevarán siempre la alegría en el rostro.
El encanto de la mujer complace a su marido,
y su ciencia le reconforta.
La mujer silenciosa es un don del Señor,
la mujer bieneducada no tiene precio.
La mujer honrada duplica su encanto,
es incalculable el valor de la que sabe controlarse.
Sol que sale por las alturas del Señor
es la belleza de la mujer buena en su casa bien ordenada.
Dichoso el marido de una mujer buena,
el número de sus días se duplicará.
Mujer valerosa es la alegría de su marido,
él vivirá en paz todos los años de su vida.
Una mujer buena es una herencia valiosa
que toca en suerte a los que temen al Señor:
sean ricos o pobres, su corazón estará contento
y llevarán siempre la alegría en el rostro.
El encanto de la mujer complace a su marido,
y su ciencia le reconforta.
La mujer silenciosa es un don del Señor,
la mujer bieneducada no tiene precio.
La mujer honrada duplica su encanto,
es incalculable el valor de la que sabe controlarse.
Sol que sale por las alturas del Señor
es la belleza de la mujer buena en su casa bien ordenada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario